Metalera inocente y casta y virgen y pura
Recordé entonces mi juventud. Pero antes de que les cuente de mi juventud, TIENEN que ver este video a manera de introducción:
¿Ya lo vieron? Bueno.
Pues cuando yo era joven era medio fan de esa banda, digo, era imposible no burlarse muchísimo de ellos, pero digamos que no burlaba lo suficiente. La primera vez que vinieron a México tocaron en el Salón los Ángeles (el concierto no fue ahí con una perspectiva "gooooei es un lugar súper kitsch gooooei está increíble goooei la gente baila danzón y es súper tradicional goooei y es un símbolo de la cultura popular de la ciudad gooooei", sino porque salía más barato). Ahí estaba yo de ñoñaza, en primera fila, cantando "reeeenegaaaaade, reeeeeneeeegaaaade". Bien mérol geek, yo.
Al terminar el concierto, fuimos con otros metaleros a conseguir acá el autógrafo y el yo-me-tomé-la-foto-con. Tons el organizador del concierto, como ya se quería ir a dormir, nos encomendó la tarea de pasear al vocalista, que tenía ganas de reventar. Y nosotros ps felices. Yo en ese entonces no conocía ni antros ni bares ni cabaretes ni cantinas ni absolutamente nada. Así que las decisiones las tomó otro metalero. Primero lo llevamos al Bulbo de Sullivan (¡¡!!), y el güey de Hammerfall dijo: don't mamar, I hate this place, take me somewhere else.
Entonces lo llevamos al Milán (¡¡!!). Yo nunca había ido y me indignaba muchísimo que la gente escuchara a los Fabulosos Cadillacs y no a bandas como... Hammerfall. El este vocalista sueco mascaba tabaco. Mario se robó el cambio de un billete de 200 que el este vocalista sueco le dio para comprar chelas. Y yo como que coqueteaba con el este vocalista sueco porque ps aunque era bastante feo ps era un LEGÍTIMO CANTANTE DE MÉROL.
Pero yo era tonta tonta y torpe torpe para eso del coqueteo y la lanzadez (todavía no se me quita), y además era ahí toda virgen porque nadie me había hecho el favorcito. Tons cuando lo fuimos a botar a su hotel, otra chava metalera con la que íbamos me dijo: ya, tíratelo. Y yo: jijiji, ay no, cómo crees. Y la chava me preguntó: ¿lo sabes hacer? Y yo: ay, jijiji, no, ps no. Y ella: si te avientas, sólo déjate llevaaaaar. Y yo: jijijiji.
Y ps ya, nos despedimos y nos dimos un besote acá con babas y bai bai ya me voy a mi casa jijiji.
Fin.
Ahora pienso: yo ya no manejo eso de ser súper fan como pa' querer tirarme a alguien (y antes tampoco, porque me daba miedito y era yo muy tímida), así que ya se me fue el tren del groupismo. Aunque si en un barecillo y me encontrara, no sé, a algún metalero guapo (como, ehm, éste), ps sí le haría ojitos.
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