Tres razones por las que el BLACK METAL está destinado al fracaso

1. Sus logos son indescifrables.

¿Eh?

Aunque por alguna retorcida razón llegara a haber alguien a quien le gustase un grupo blackmetalero, jamás podrá averiguar cómo se llama. Ergo, le será imposible ir a la tienda metalera de su localidad y pedirlo por su nombre.

Tres mil plaquedólares al que adivine qué dice ahí.

Para colmo, durante sus conciertos tienen la mala costumbre de presentarse con gruñidos:

"¡¡Nosotros somos *ruido gutural*, y esta canción se llama *ruido guturalísimo mezclado con guitarrazos*!!"

¡7ajkshd8734ncñajuruitvybu! ¡Soy fans!

(más información sobre los bramidos blackmetaleros en el punto 3)


2. Se pintan la cara como panditas (¡y se lo toman EN SERIO!)

Ahora sí voy a imponer respeto, verán si no, ¿eh?

O sea, no mamar. ¿Por qué? ¡Que alguien me diga por qué!

Por lo que se recomienda que abran sus conciertos con un cover de la siguiente canción:




3. Simple y sencillamente: suenan culerísimo.


Ejemplo 1:


¡Ámonos!

Ejemplo 2:



'Ora sí: ¿y luego que por qué nadie entiende cómo se llaman?


* * *

BONUS:

¿Cómo distinguir el black metal del death metal?

Ya que escucharon las canciones de arriba, compárenlas con ésta:


Podrán ustedes notar que los de arriba le manejan el gruñido agudo, y los de abajo el gruñido grave.

Básicamente.

Otras señales:
-Los deathmetaleros hablan de sangre y tripas, y ya. Los blackmetaleros también hablan de sangre y tripas, pero en sentido metafórico. Es pura poesía (oooh).
-Los deathmetaleros no son tan ridículos, pero a veces sí un poco más mugrosos.

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