Me regalaron una píldora de Viagra

(Este blog siempre se ha caracterizado por ser clasificación A... y no se preocupen, y lo seguirá siendo.)

El güey que me la dio me dijo: mitad tú* y mitad el afortunado.

Tons ayer:

-Jijiji, ¿nos tomamos esa pastilla que me regalaron?

-Jojojo, va, ve a partirla y tráete un vaso de agua.

Tons ya la partí y luego, con mi magistral chapucería, me encargué de que buena parte del agua cayera en mi mano-cuenquito en la que traía las mitades de esa onda.

Regresé con dos montoncitos de masacote blanco** nadando en juguito de Viagra.

-Jiji, es que soy yo y soy malhechota y no sé cómo pero se llenó todo de agua pero ps igual funciona, cómete la mitad como si fuera chamoy y luego tomas agua y ya.

-Mta, bueno.

(slurp, glu glu glu)

-¡Blargh! Esto sabe a madres. Así no funciona, ya desperdiciaste la cosa esa, ya me voy a dormir.

Yo me tomé la otra mitad y sí sabía refeo y me dio dolor de cabeza (reacción secundaria).

Nací para perder.

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*En respuesta a los comments que dicen que yo pa' qué, les cuento que se supone que el Viagra también funciona pa' las chavas, que sienten todavía maaaaaaás, porque hay más irrigación sanguínea ahí abajito. En un futuro post, la reseña de algún evento más afortunado.

**Los masacotes eran blancos y no azules (desde Pelé todos sabemos que el Viagra es azul) porque en realidad era Patrex, el mismo ingrediente activo pero de otra marca. Nomás no vayan a pedírselo al Dr. Simi porque no, no es genérico, no insistan, y no vaya a ser que les den "Simi Power", que para eso mejor un tecito de damiana y una porno en la tele.