Diversidad cultural y religiosa en el sureste, gooooei

En mi viaje encontré una fuerte influencia de la filosofía de oriente. Existe una marcada conciencia del "aquí y ahora":

Taller de bicicleta hoy. ¿Ayer? No. ¿Mañana? Qué importa. HOY.

Sí hay habitaciones disponibles. ¿Qué importa si mañana ya no y el letrero pierde su validez? ¿Qué importa, si además hay tacos y tortas ahí junto?


Asadero y rosticero sólo por hoy. ¿Ayer? Quién sabe, nadie se acuerda si hubo o no plátano frito. ¿Mañana? Qué importa si hay o no carnes y costillas acompañadas de arrós-con-s. Qué importa, qué importa, ¡usted visite los pantanos de Centla y ya!

Fui obediente y visité los Pantanos de Centla. En el camino, me encontré con que adoran a las vacas, que están por todos lados e invaden las carreteras, como en India goooooei:



Por cierto, en los pantanos también admiré la hermosa flora endémica de la región:

La legítima flor de plástico. Muy bella.

También tuve la oportunidad de probar la gastronomía local: el taco de yogui al pastor.

La carne de yogui es suave y deliciosa, la consiguen en las escuelas patito de meditación de La Condesa. Próximamente: tacos de señora que hace tai-chi en escabeche.

Qué caray, qué avanzados están por allá. Sin embargo, el catolicismo y las deidades de siempre siguen presentes por todos lados:

La Santísima Virgen de la Coca Cola.

El poder de dios (la mejor herramienta en la mecánica automotriz moderna).

El niño dios (que por todo llora).


El América.