Que alguien me explique

Eso que ven no es ninguna broma. Tampoco una miniatura: su altura es muy superior a la de ustedes y a la mía, ¡incluso a la de Sirako! (es que ese güei es una gran persona). Es una escultura real, y la quiero ya. Está en el jardín de una casa de la colonia Roma, lo juro por el niño dios que todo lo mira. Me quedé tan impresionada que no me atreví a tocar la puerta e indagar sobre el artista. La próxima vez que pase por ahí preguntaré que de a cómo me la dejan caer, y si sí me alcanza, le voy a pedir permiso a mi mamá para ponerla en su jardín, y que luego ella cobre por verla y tomarse la foto y que se haga rica.

No, ya, en serio, que alguien me explique.