Un saludo a mi mamá que me está viendo desde su casa

A estas alturas del partido ya no es tan secreto mi "otro" trabajo, así que les voy a contar un poco sobre él.

Recientemente entré a Gatopardo, era mi sueño trabajar ahí, fui la más feliz cuando me dijeron "órale vas". Ese no es mi "otro" trabajo, sino mi trabajo "el de verdad".

(Paréntesis comercial: Pidan el más reciente número a su voceador, trae a Gloria Trevi en la portada, un reportaje que hice sobre Natalia Lafourcade, y uno buenísimo sobre Guadalupe Loaeza. Miren el video del chútin de la Trevi:



Fin del paréntesis.)

En lo que entraba a mi fabulosa chamba, de una forma que aún no me explico, terminé grabando un como piloto pa un programa de tele. No era la primera vez que me decían que lo intentara, y yo siempre les advertía nooo mira pero es que de verdad para esas cosas no sirvo, pero insistían y ahí iba yo y lo intentaba, y no mamar con los espantosos resultados: yo nerviosa tartamudeando frente a la cámara, sudor en las manos, ganas de morirme, y ellos impacientes y pensando ay de dónde sacamos a esta mensa, por favor que alguien la saque con un bastón. Y al final siempre les decía: Se los dije.

Una vez más pasó, y fui, nomás pa no dejar. Lo del piloto-prueba-a-ver-si-pega iba en serio, así con cámaras de a verdad y locación y micrófonos de los de a miles de dólares todo muy de a de verdad. Me dieron un guión, así de "eso es lo que tienes que decir". Era un párrafo ininteligible, con palabras dominguerísimas y enunciados kilométricos. Yo iba dejando un caminito de sudor que manaba de mis manos mientras intentaba aprendérmelo. Y cuando llegó el momento de decirlo frente a la cámara: fracaso, corte, fracaso, corte, fracaso, corte, fracaso, corte, fracaso, corte... etcétera. Yo me quería morir y salir corriendo de ahí, jamás lo lograría, jamás podría hacerlo bien, tenía ganas de llorar, ACH.

Me empezaron a salir MANCHAS en la piel, por los nervios. ¿A ustedes no les pasa? A mí sí, muchísimo, pf, por eso odio usar escote, porque es muy "revelador", pero igual lo uso porque desde que engordé tengo chichis y ps hay que presumirlas.

La productora, que es lo máximo, dijo: No mamar, que Plaqueta reescriba el guión y diga lo que quiera. Y entonces reescribí mi guión con algo menos pretencioso, e intenté decirlo y por ahí de la toma 8949823 quedó maaaás o menos bien. UF.

Es de los peores recuerdos laborales de mi vida.

El resto de la grabación-entrevista quedó menos pior, creo. Al día fui a entrevistar a unos titiriteros encantadores y lindos y comprensivos con mi totopez ante las cámaras. Y luego editaron el programa-piloto y lo llevaron a "las autoridades correspondientes" y zas que lo aprueban.

Y ellos: Pues ya, te queremos.

Y yo: ¿Les cae?

Todavía no lo entiendo. Estoy más gorda que nunca (superé mi récord de la prepa, horror), tengo 25 años de contaminación televisiva que me hacen emular el estereotipo de la conductora pendejita, no tengo bases de actuación ni de locución ni de nada. Lo hago fatal, me veo acartonada, se nota que me aprendí un texto de memoria y lo digo como niño desnutrido leyendo su libro de la SEP frente a la clase. Ni siquiera fotografío tan bien. ¿Por qué me quieren ahí?

Ps no sé, pero es chamba, estoy aprendiendo mucho y aparte me pagan, y no interfiere casi nada con mi trabajo "el de verdad". Lo mejor es que el programa pasa a una hora en que nadie lo ve, puedo meter la pata hasta que empiece a hacerlo maaaás o menos bien (si es que algún día pasa). Ya mis detractores, atentos a cada uno de mis pasos, anunciaron lo obvio: que estoy gorda, que lo haga fatal, que me escucho acartonada y me veo tontísima. "Chocolate por la noticia". Hasta mi mamá reconoce que es cierto (bueno, ella dice que me veo bonita porque es mi mamá, pero nada más).

Es rarísimo esto de la tele institucional, atrapada en otra década. Seguimos hablando de los mismos temas, con el mismo formato, con la misma idea de lo que es la "cul-tu-ra". Lo bueno es que aquí está edulcorado y a veces se permiten salidas del guacal. Hasta el momento ha habido entrevistas muy buenas, otras aburridas y algunas que no vienen al caso, así de "¿y por qué diablos estamos hablando con esta persona en este lugar?". Pa colmo, a veces llevan maquillista, y las maquillistas NO SOPORTAN no hacer nada, o ponerme nomás polvo, así que me embarran con BASE color BRONCEADO de 28374 centímetros de grosor, me delínean el ojo y me echan más rímel sobre el que ya traigo, y claro, harrrto RUBOR en los cachetes. Termino viéndome como Adela Micha, y parezco de 60 años.

Nunca he visto el programa, no podría verme, pf, me daría un tiro y/o jamás regresaría a grabar. Cada vez que alguien me dice "te vi en la tele" yo me ruborizo y digo "qué oso weeeee". Dicen también que queda bonito ya con la edición. Pero nunca lo comprobaré.