Recuento del año que ya mero se va

Enero:
-Recibí el año en el tropicalísimo estado de Veracruz, muriéndome de frío; mi sleeping bag de las tortugas ninja se llenó de mole ajeno (mole-mole, no tripas ni sangre).
-Pinté el blog de verde.

Febrero:
-¡El FICCO! 8 horas diarias de cine por dos semanas. Ya quiero que sea otra vez.
-Nació Los chairos, documental altamente lectivo que nadie debe perderse.

Marzo:
-Me intoxiqué con metronidazol porque creí que tenía amebas, y ps no tenía.
-Me compré mi cama de latón antigua (enormísimo patrimonio, compra muy atinada, aunque ahora ya ni duermo en ella).

Abril:
-¿Ps qué otra cosa? El desafuero y la marcha. Muy importantes. Grandes lecciones, grandes momentos, a todos niveles. El chairo por los cielos.

Mayo:
-Una bulímica plagió mi blog. Mucha alharaca.
-Rebajas en la tienda de pelucas. Locura consumista.
-Me disfracé con un vestido que Elena confeccionó y lo modelé en un desfile vacilador (MUY vacilador) de la UNAM. Me tomé como 15 Red Bulls en menos de 2 horas (lo juro) y no me pasó nada.

Junio:
-Fui a una boda en Tepoztlán, y cuando me escabullí al cuarto de lavado a lo que les platiqué, se me cayó el zapato adentro de una cubeta de agua puerca. Me deprimí por el incidente (¡mis zapatos nuevos!), y anduve haciendo plash plash con el pie derecho el resto de la velada.
-Grabé Mi noviecito golpeador, protagonizada por Gonzalo y por Niche, video que daría frutos meses después.
-Raúl se enojó conmigo por decir cosas feas de Batman begins y por comparar al batimóvil con la Aztec.

Julio:
-Me mude a la Hermana República de San Andrés Totoltepec, cuna de los baches.
-Tomé un curso de manejo (¡con el mismo que le enseñó a manejar a Natalia Lafourcade! ¡el instructor de las estrellas!). No aprendí nada.

Agosto:
-Mi casa del pueblo perdió su virginidad fiestera. Celebré mi cumpleaños, soy tan vieja. Raúl llegó a las 4:30 AM. Lo amo. Aunque entonces todavía no lo amaba. O sea, sí. Pero no. O sea, eso.

Septiembre (¡uff!):
-Me convertí en una mujer pecadora y bígama.
-Fui a Cancún y odié un poquito menos la playa. Escuché a los Flaming Lips bajo la luna (no, a ver, ¿había luna? ¿o estrellas? ¿o ambas? ¿o ninguna? Bah, pinche la naturaleza), ante el romper de las olas (¡oh!) y me empecé a enamorarararar.

Octubre:
-Me convertí en una mujer santa y monógama.
-Me notificaron que Mi noviecito golpeador había ganado ganado ganado dineros, pero que aún no me los darían. Tendría esperar un mes e ir a recogerlos a... Durangogogogogogo.
-Tuve una boda simbólica en la fiesta jalogüinesca de las chicks. (Foto aquí)

Noviembre (grandes eventos):
-Me mudé con el hombre que amo y me convertí en un ama de casa.
-Fui a Durangogogogogogo y descubrí que es la ciudad más fea del mundo. Pero me dieron dinero, y compramos el legítimo alacrán de dulce (que luego a nadie le gustó).

Diciembre (más eventos grandes):
-Me puse en contacto con mi verdadero padre. Descubrí que tengo hermanos. Superen eso, ¡supérenlo!
-Me compré un celular que vuela.
-Me compré un coche que ni vuela ni corre ni arranca mucho que digamos, pero que ps está bien bonito.
-Y heme aquí a punto de despedir el año.

Ya me voy a despedir el año. Ya voy voy voy. Felicidades a todos.