Ayer me contaron algo divertidísimo de Carlos Reygadas

Parece que antes de ser "alguien", este hombre era parroquiano de cierto café chairo de la Condesa. Consumía sus bebidas en silencio, no se metía con nadie, dejaba propina, era un buen tipo, un ciudadano normal. Salvo por el pequeño detalle de que era cineasta, condición que se empeñaba en hacer evidente ante los demás. A continuación una pequeña dramatización, protagonizada por Gonzalo, de lo que este exitoso (puaj) director (puaj) hacía hace un par de años:



(ojo: ahí estamos en el Barracuda, que no es el café que Reygadas frecuentaba)

Oh, la vida es un cuadro de 35 mm. Noten por favor el movimiento del deditoarribabajo. Supongo que era una emulación barata del "oh, 24 por segundo", aunque los comensales y meseros estaban seguros de que lo que estaba haciendo era el "eso eso eso eso eso eso" del Chavo del 8:



Hipótesis del colmo: que hoy en el Covadonga (o cuando sea en cualquier lado) un tipo llegue y me diga "¿tú eres Plaqueta?" y yo le responda "sí, ¿y tú?" y entonces él "mucho gusto, yo soy Carlos... Carlos Reygadas".

Hipótesis del hipercolmo: que me caiga bien.

(noooooh)