Igualito que en la primaria

Cuando iba por ahí del quinto o sexto grado de educación SEP, el gran gran gran gran gran hit en la tele era Beverly Hills 90210. La onda era llegar al día siguiente a la escuela y comentar, comodiosnosdabaaentender, las aventuras de esos güeyes, cuyas vidas eran una cosa extrañísima para nosotros ahí en mi primaria-chocita-de-tabicón-peludo. O sea, no teníamos mucha idea de lo que era esa colonia empalmerada en la que vivían, es más, nunca habíamos convivido con alguien que ganara más de 10 salarios mínimos. Tons yo me limitaba a soñar con tener el pelo lacio y poder peinarme como las protagonistas de la serie, y quizá algún día vestirme así (¡con pantalones abajo de los senos y ombligueras blancas!). Y claro, con tener unos novios así todos gringotes. En realidad era aquéllo en lo que se basaban todas nuestras conversaciones: "¿quién te gusta de Beverly Hills?"

Recuerdo cuando mi compañerito de banca (porque en mi primaria-piojito había bancas de esas para dos escuincles. OoooOoOOooooOOooobviamente las pinchesmaistras, en su incansable afán de joder a los alumnitos, nos sentaban niño-niña, e indefectiblemente armaban parejitas cuyos miembros se caían mutuamente en el hígado) me confesó su incontrolable amor por Brenda. Sus ojitos microscópicos, incrustados en la horrenda cara de telera amarillenta que se cargaba, brillaron de tal modo que hasta me cayó bien (por los sucesivos 16 minutos).

¿Yo? Yo decía que me gustaba Dylan, pero en secreto era fanssss de Brandon, porque era más nerd (no olvidar que, en la vida real, me gustaba un güey de nombre Austreberto).

Una variación del fenómeno era Salvado por la campana, que miren nada más, manejaba un humor chafísima pero políticamente incorrecto. La peor combinación, pero cómo nos gustaba:


¡Y acá la intro!



¿Se acuerdan del celular tamaño tabique que llevaba Zack a la clase?

Pero ya, ya, el punto.

Ahora pasa lo mismo con Lost. Además de emocionarnos y gritar y ponernos tensos y escapar de la oficina los lunes por la noche, nos sorprendemos suspirando por alguno de los personajes. A Luz y a mí nos gusta Sawyer, ¿y a ustedes?

(geeeeeeeek)