Más cosas electorales

Pues ya voté. Me gustaría decir que mi dedo está así todo negro o rojo o cafecito, como el de Fox:

Pero no, porque como bien me hizo notar Sofía, la tinta está rechafa y se borra. Perfectamente hubiera podido votar más veces o algo así, pero ya desaproveché la oportunidad de infringir la ley electoral. Chale.

Lo mejor del momento votacional fue la presencia de la Güera en la casilla. Ella casi nunca sale de la cerrada en la que vivimos, pero esta vez hizo una excepción y nos siguió hasta el kinder "La Escuelita". Estaba fascinada con tanta gente, y se puso a olfatear pantorrillas de votantes y funcionarios por igual. Aunque al principio la rechazaron con un shú-perro, luego vieron que era un animal respetable y de porvenir, y cada quien hizo su versión del chistorete "aaaaay qué bonito el perrito que vino a votar".

Aaaaaay mi vida

Y ahora todo es incertidumbre y hasta me dio acidez y tuve que comerme el bicarbonato a cucharadas.