Quiero ser joven, sniff

Fui a ver a Coheed and Cambria. Gran evento. PERO yo era la más vieja del lugar. Nunca me había pasado. Envidié las pedas juveniles, los rostros sin arrugas, los primeros amores que yo tuve a destiempo, los conciertos de gran emoción. Och, la EMOCIÓN que sentían los chavitos. Era tanta, TANTA. Al final, los imberbes ultra fans rondaban a los de prensa que ahí andábamos para ver si se podían clavar al afterchou. Uno fue directamente a preguntarme, así todo ilusionado, que si no sabía cómo diablos podía conseguir un brazalete VIP como el que yo traía. Me partió el alma, me transportó a mis tiempos metaleros, casi me echo a llorar. Antes de empezar a contarle "cuando yo tenía tu edad...", me quité la pulserita de papel y se la regalé. El güey no lo creía, temblaba de alegría y nervios y no mames esto no está pasando. Yo también temblaba, yo sabía cuán feliz estaba él, yo sabía y ya peor me iba poner a berrear y a contarle "en mis tiempos..." pero mejor me fui y ya.

Me imagino que en estos momentos el chavito sigue diciendo "no mames no mames no mames no mames" por haber cruzado palabras con los de la banda y por tener sus discos autografiados y por haberse sacado la foto con. Y ni va a poder dormir y va a creer que fue un sueño y no dejará de hablar de cómo el guitarrista le dijo no sé qué cosa.

Y no salgan con que el egoísmo de la buena acción que porque nomás te hace sentir bondadosa y que es una mamada y yo digo la mamada es esa y ya esténsen-ái.

Ahora bien, puede que uno de seguridad le haya dicho "ni madres, ese brazalete no es tuyo" y lo hayan corrido a punta de chingadazos y saliendo haya metido la pata en un charco de agua puerca y que ya no pueda regresar a su casa por el plantón del Peje y a lo mejor el güey es panista y se lo merece y pues ya. Pero yo me voy a ir a la cama pensando que hice lo correcto. Plaff.