Con un día de retraso

Mi mamá y yo odiamos el día de las madres, porque todo está bien pinche lleno de gente. Hasta el puto supermercado. Aunque hace algunos años descubrimos que a la mamacita no la llevaban al cine a festejar (¿pa' qué, cuando pueden ir al Vips a comer "enchilada de amor materno al gratín", y/o al Guolmar a comprar sartenes?)

Tons ayer fuimos a ver una película (si pueden, vayan a ver En el hoyo) y todo muy bien, porque la sala semi-vacía y con público bienportado. PERO luego nos lanzamos al Bodega Aurrerá, que estaba lleno llenísimo de hijos hijas padres abuelos abuelas tíos tías perros y HARTAS mamases. Sangrientas peleas por el mejor jitomate, complicadísimo llegar hasta el detergente de nuestra predilección, siglos de espera en las cajas.

Pero no importa, porque tome la foto de acá arriba y además me compré un paquete con TODAS las monografías de las culturas prehispánicas, ¡eeh!