¿Qué pedo con los niños del sur?

O con los niños de ahora, no sé. En Lumen hay un puestecito donde unos jóvenes y jóvenas (seguro empleados temporalmente y sin prestaciones) forran cuadernos. ¡Escándalo! Me acuerdo que era la neta hacerlo yo misma, decorar las pastas hasta donde los repugnantes maestros de la SEP me permitiesen, malpegostiar el papel lustre con yúrex, tantito auxiliada por mi mamá y la Tía Bulto (igual o peor de malhechotas que yo), y al final, ponerle un forro de plástico del changuito, de esos precortados y listos para colocar. Que otro cabrón haga todo eso es el colmo de la impersonalidad, es como la envoltura de regalos de Sanborns, como las tarjetas de felicitación Burundis, como contratar un decorador de interiores, ¡arghe!

De lo que sí deberían poner un puesto especial de es de pinta-márgenes a sueldo. ¿Todavía obligan a los niños a remarcar los márgenes de los CUATRO lados de cada página, con pluma roja, aunque ya vengan impresos de fábrica? Supongo que sí, dudo que en tan pocos años el sistema educativo haya dado un paso evolutivo tan grande.